Pasos para mejorar el sistema de evaluación del nivel de euskera

El pasado viernes presentamos en el Parlamento Vasco el informe aprobado por la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones de Certificaciones de Euskera y que propone diversos criterios para la mejora del sistema de certificación en dicha lengua, en base a los exámenes analizados. La cuestión que nos ocupa es, sin duda, relevante. Lo es porque interesa a miles de ciudadanas y ciudadanos. Y lo es porque guarda una estrechísima relación con la competencia lingüística en euskera, que, a su vez, incide directamente en el uso del euskera. Y tal es, precisamente, nuestro objetivo, el objetivo de la política lingüística del Gobierno Vasco y el de las políticas públicas en este ámbito: fortalecer y hacer crecer, progresivamente pero sin pausa, el uso del euskera. Y esa misma es la razón de ser del propio sistema de certificados de euskera: contribuir y facilitar el uso del euskera.

Es conveniente situar en su contexto el informe que hemos presentado. Para ello, y puesto que no estamos ante una cuestión que se haya suscitado de modo espontáneo, expondremos sus antecedentes.

Antecedentes

  • En primer lugar, el ESEP (Plan de Acción para la Promoción del Euskera, que podríamos denominar Plan General del Euskera y que abarca una perspectiva de 10 años), aprobado en 2012 por el Consejo Asesor del Euskera, y por el Gobierno Vasco en 2012 y 2013, y hecho suyo, a su vez, por el Parlamento Vasco en 2013. El ESEP dice, literalmente, lo siguiente, en el apartado correspondiente a la euskaldunización de adultos: “Reflexionar sobre el sistema de exámenes para certificar la competencia lingüística en euskera y llevar a la práctica las mejoras pertinentes (…) Encaminar la reflexión para mejorar el sistema y los modelos de exámenes y aplicar las conclusiones (…) Incluir la acreditación de la competencia lingüística entre las funciones de los euskategis”. Asigna a HABE, junto con los euskaltegis, la responsabilidad de tales tareas, consideradas de la máxima importancia por el ESEP.
  • En segundo lugar, la Agenda Estratégica del Euskera (2013-2016) del Gobierno Vasco. El Plan de Gestión de la Agenda para 2015, aprobado en 2014, recoge literalmente la siguiente acción: “Impulsar una reflexión orientada a la mejora del sistema de certificación de la competencia en euskera, a partir de la Comisión Técnica de Seguimiento. Y, además, “estudiar, por medio de la Comisión Técnica de Seguimiento, la actualización y adecuación de las certificaciones de competencia en euskera con arreglo a la situación sociolingüística del euskera, atendiendo especialmente a la oralidad”. Cuando se menciona a la Comisión de Seguimiento, se alude a la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones de Certificaciones de Euskera creada a raíz del Decreto de 2008; precisamente ésta es la Comisión que ha aprobado el informe que hemos presentado.
  • En tercer lugar, la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones, en sesión celebrada el 2 de octubre de 2015, resolvió literalmente lo siguiente: “Analizar la orientación, contenido y resultados de las pruebas acreditativas de competencia en euskera, resolviendo crear un Grupo de trabajo técnico a tal efecto y recabar el asesoramiento de expertos externos”.
  • Finalmente, y como antecedente más próximo en el tiempo, el Parlamento Vasco, en sesión plenaria celebrada el 22 de octubre, aprobó por unanimidad una proposición no de ley (fruto de la enmienda realizada por el grupo Nacionalistas Vascos, EH Bildu y Grupo Socialista a la propuesta presentada por el Grupo Socialista), la cual, entre otros extremos, decía literalmente lo siguiente: “El Parlamento Vasco insta al Gobierno Vasco (…) que la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones analice la orientación, contenidos actuales de las pruebas de acreditación oficial del conocimiento del euskera, EGA y otras (…) Para ello contará con personas expertas de diversos ámbitos (…) La Comisión de Seguimiento de Convalidaciones propondrá aquellas mejoras que considere oportunas para asegurar la adecuación permanente de las pruebas a la realidad sociolingüística vasca y a las funciones a desempeñar para favorecer la extensión del uso social del euskera. Dichas propuestas y conclusiones serán dadas a conocer al Parlamento Vasco”.

Los hechos

Lo que hemos hecho es, precisamente, cumplir lo que determinaban el ESEP y la Agenda Estratégica del Euskera, lo previsto por la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones de Certificaciones de Euskera, y lo aprobado y solicitado por el Parlamento Vasco el 22 de octubre de 2015. A la luz de estos antecedentes, resulta evidente que muchas personas e instituciones –todas–, comparten la preocupación y la misión que nos llevó este viernes a sede parlamentaria.

Creemos oportuno recordar la composición de la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones, creada a raíz del Decreto de 2008 (modificado en 2010): el viceconsejero de Política Lingüística (presidente de la Comisión), un representante (con rango de viceconsejero) por cada uno de los departamentos de Función Pública, Sanidad, Interior y Educación, el director general de HABE y el director del IVAP. En definitiva, la Comisión de Seguimiento está integrada por la totalidad de los organismos acreditadores de títulos de euskera, bajo la responsabilidad del órgano competente en materia de política lingüística.

La Comisión de Seguimiento, a fin de cumplir su cometido, resolvió la creación de un Grupo de trabajo técnico para que le prestara ayuda en su cometido, y este Grupo efectivamente ha realizado su aportación a la Comisión de Seguimiento. El presidente del Grupo Técnico –Joseba Lozano– y el vicepresidente –Joseba Erkizia– me acompañaron en la comparecencia, con el propósito de aclarar a los parlamentarios y parlamentarias presentes cuantas cuestiones estimaran oportunas. Además, hemos contado con las aportaciones de cuatro expertos externos; cuatro personas de contrastada cualificación en el campo de la evaluación y certificación de la enseñanza de lenguas.

«En el informe se exponen las orientaciones y criterios que deben cumplir todos los organismos acreditadores de títulos de euskera, en la totalidad de sus pruebas y niveles de certificación»

La Comisión de Seguimiento de Convalidaciones ha aprobado, por unanimidad, un informe en el que exponemos las orientaciones y criterios que deben cumplir todos los organismos acreditadores de títulos de euskera, en la totalidad de sus pruebas y niveles de certificación, a partir del próximo año, siempre con un claro objetivo: mejorar el sistema de certificación en euskera, adecuar dicho sistema a nuestra situación sociolingüística, unificar los criterios de evaluación utilizados por los distintos organismos acreditadores, con la perspectiva de la adaptación del propio Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas a nuestra situación sociolingüística. En definitiva, el objetivo de las orientaciones y criterios recogidos en el informe consiste en que el sistema de certificación de competencia en euskera actúe como estímulo y acicate para impulsar el uso del euskera. Nuestro objetivo no es otro que el de incrementar el número de personas vascohablantes y fortalecerlas, y los títulos no son sino un instrumento para conseguirlo, una herramienta más, que, si bien adquiere gran importancia en ciertas situaciones, no es la única, ni tampoco, en determinados casos, la más importante.

La Comisión de Seguimiento, a la hora de elaborar el presente informe aprobado por unanimidad, ha partido de dos premisas fundamentales: por una parte, el informe realizado y aprobado por el Grupo de trabajo Técnico creado en cumplimiento de la resolución adoptada en la reunión del 2 de octubre ya mencionada (cabe señalar que la Comisión de Seguimiento ha hecho suyas íntegramente las propuestas recogidas en este informe del Grupo de trabajo); y, por otra parte, el contraste realizado con expertos externos (las aportaciones de dichos expertos han sido igualmente tomadas en consideración por la Comisión de Seguimiento en su informe).

El informe consta, en total, de 13 conclusiones, que paso a detallar a continuación, tal y como están recogidas en el propio texto:

  1. Diseño de las pruebas y fiabilidad de los evaluadores. Las pruebas de certificación de la competencia en euskera (EGA, HABE, Escuelas Oficiales de Idiomas, perfiles lingüísticos de la administración —IVAP, Osakidetza, Ertzaintza y Educación—) tienen una validez plena (es decir, miden el nivel de competencia lingüística para cuya certificación están diseñadas), y la fiabilidad de los evaluadores también presenta plenas garantías. Así lo certifican los informes técnicos elaborados en 2008 y 2011 por los expertos externos que evaluaron la totalidad de dichas pruebas siguiendo el manual y las directrices del Marco Europeo de Referencia para las Lenguas.
  2. Mejoras e innovación. Con todo, los organismos acreditativos no pueden incurrir en un conformismo que les lleve a contemplar solo los aspectos del sistema desarrollados acertadamente; consideramos que deben establecer un proceso de mejora continua que nos permita seguir progresando, a fin de fortalecer y consolidar la calidad de las pruebas de certificación de euskera.
  3. Perfiles lingüísticos de la administración. Los perfiles asignados a los puestos de trabajo de las administraciones deben responder a las funciones comunicativas de cada puesto, y así ocurre en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, creemos que en determinados casos se asignan perfiles lingüísticos superiores al nivel de competencia otorgado por la formación académica reglada requerida para el puesto. Así, no parece coherente, por ejemplo, asignar el perfil 3 o el 4 a un puesto de administrativo o administrativa, o el perfil 3 a un puesto de guarda forestal. Tampoco parece acertado generalizar el perfil 4 en los puestos de técnico superior, como ocurre en ciertos ámbitos administrativos. Medidas como estas, adoptadas pretendidamente en favor de la normalización lingüística, conllevan que determinados empleados públicos deban hacer uso de competencias lingüísticas superiores a las adquiridas en la educación reglada, lo que a menudo puede llevar al fracaso. 
  4. Certificación por destrezas. Hoy por hoy, quien desee acreditar un perfil lingüístico está obligado u obligada a acreditar las cuatro destrezas (comprensión lectora y oral y expresión escrita y oral) de la competencia correspondiente al perfil; sin embargo, a menudo se da la circunstancia de que realmente las destrezas realmente requeridas en un puesto no se corresponden con un mismo nivel del Marco; incluso puede darse el caso de que alguna de las destrezas no sea necesaria para el desempeño del puesto. Por ejemplo, ¿un monitor o monitora que se ocupe de la atención de los niños en el comedor escolar necesita realmente un nivel de competencia B2 íntegro? Seguramente sí lo requiera en comprensión y expresión oral, para poder comunicarse verbalmente con fluidez con los escolares; pero ¿está justificado idéntico requerimiento también en comprensión y expresión escrita?
  5. Sistema de compensación. Normalmente, para aprobar una prueba de acreditación en nuestros diferentes sistemas, es necesario superar las pruebas o ejercicios  correspondientes a las cuatro destrezas. Todas ellas. Si no se supera alguna de ellas, el resultado es ‘No apto/a’. En nuestra opinión, debería analizarse la opción de establecer sistemas de compensación entre las distintas destrezas. En este sentido, parece razonable establecer criterios para que las destrezas productoras (expresión oral y escrita) puedan compensar las destrezas  receptoras (comprensión escrita y oral); no en el sentido inverso. Ello supondría que un candidato o candidata al que le faltara algún punto para superar la comprensión escrita o la oral pudiera resultar ‘Apto/a’ siempre que compensara dicha carencia con la puntuación obtenida en la expresión escrita u oral. Igualmente, en lo que respecta a las destrezas productoras (expresión escrita y oral), creemos que procede estudiar la posibilidad de que la calificación obtenida en el apartado de expresión oral pueda compensar la obtenida en la expresión escrita. En la actualidad, quien no supere el apartado de expresión escrita, aun cuando sea por un solo punto, no puede acceder a la prueba oral. Las entidades acreditativas deberían analizar tal opción, en aras de dar una mayor importancia a la competencia comunicativa, especialmente a la oral. Dos son las posibles vías para establecer este sistema de compensación: Una opción consistiría en evaluar las cuatro destrezas, de manera que el apartado de expresión escrita no cierre el camino a la realización de la prueba de expresión oral. Es una opción factible en aquellas pruebas que no presentan una participación masiva. Disponer de calificación en la totalidad de las destrezas permitiría establecer el sistema de compensación que se estime más oportuno. De este modo, además, corrigiendo y calificando la totalidad de los apartados, la calificación de algunas de las destrezas podrían reservarse para las siguientes convocatorias. Asimismo, existe una segunda opción, factible incluso para pruebas de participación masiva, Aquellos candidatos o candidatas que quedaran a falta de muy pocos puntos para superar la prueba de expresión escrita, tendrían la posibilidad de realizar la prueba de expresión oral, de manera que obtener en la prueba oral una puntuación suficiente para compensar la deficiencia en el apartado de expresión escrita les permitiría superar globalmente la prueba de certificación.
  6. Adecuación de las pruebas. A ciertos exámenes se presenta un tipo determinado de personas: así, a las pruebas de Osakidetza acude el personal del área sanitaria; a las de la Ertzaintza, ertzainas; a las convocadas por el IVAP, funcionarios y funcionarias; al EGA, mayoritariamente jóvenes… Pues bien, los organismos acreditadores deberían continuar trabajando para asegurar que sus exámenes se adecuan a las características de quienes se examinan. En consecuencia, en las pruebas de acreditación de perfiles lingüísticos se deberían escoger temas y ejercicios cercanos al mundo de la Administración; de esta forma, el personal técnico y administrativo de las administraciones, el personal médico y de enfermería, los y las ertzainas… tendrían la oportunidad de desarrollar temas propios de su quehacer cotidiano, acercando así los contenidos de las pruebas a las necesidades comunicativas de quienes aspiran a superarlas. En este mismo sentido, en el EGA, a la hora de diseñar las pruebas de expresión oral o escrita, deberían proponerse contenidos que no fueran extraños para un público joven (acrecentando el esfuerzo que ya se viene haciendo en esta dirección).
  7. Evaluación continua. De los sistemas de acreditación de conocimientos en euskera, dos guardan relación directa con el proceso de aprendizaje: HABE y las Escuelas Oficiales de Idiomas. A los exámenes que convocan estos dos organismos se suelen presentan alumnos y alumnas de euskera que aspiran a acreditar la competencia alcanzada a lo largo del curso. Nos parece muy interesante tomar en consideración el concepto de evaluación continua en este tipo de  procesos que se desarrollan mediante cursos de aprendizaje. Al fin y al cabo, el trabajo desarrollado durante el curso, la actitud demostrada, los ejercicios diarios… deberían tener reflejo no sólo a la hora de evaluar y mejorar el proceso de aprendizaje, sino también, en mayor o menor medida, en la acreditación de la competencia. De cualquier forma, siempre se deberá garantizar que este nivel de competencia acreditado corresponda a las escalas del Marco Europeo. Ni en la normativa de las Escuelas Oficiales de Idiomas, ni en las de HABE existe impedimento legal alguno para la integración progresiva de la evaluación continua en el sistema de acreditaciones, ya que en los artículos 13 y 16 de la Ley de Creación de este último organismo se reconoce la plena capacidad académica tanto de los euskaltegis públicos como de los homologados.
  8. La capacidad comunicativa, por encima de la corrección. A la hora de evaluar la expresión escrita y oral, se tienen en cuenta diferentes parámetros. Sin poner en tela de juicio la importancia de la corrección gramatical, estamos convencidos de que debe darse prioridad absoluta a la capacidad comunicativa. En realidad, a lo que aspiramos es a contar con personas que demuestren esta capacidad de comunicarse, a pesar de que cometan algunos errores. Para conseguirlo, debería recalcularse el peso relativo de ambos parámetros, dando primacía a los aspectos comunicativos con respecto a la corrección.
  9. Evaluación en positivo. Quien examina, a la hora de corregir producciones escritas u orales, coloca los fallos en un plato de la balanza, y los aciertos en el otro. En nuestra opinión, los y las examinadoras deberían evaluar de una manera aún más positiva, subrayando y valorando como se merecen los aciertos de quienes se presentan a las pruebas.
  10. Centrarnos en las funciones de cada nivel. Quien se presenta a un examen debe demostrar un cierto dominio de las funciones comunicativas correspondientes a cada nivel. En los niveles más bajos tiene que ser capaz de realizar descripciones, pero, conforme se acrecienta la dificultad, estará obligado a abordar funciones narrativas o argumentativas… Creemos que, a la hora de la calificación, los y las examinadoras deberían centrarse fundamentalmente en aquellas funciones comunicativas que se están evaluando en cada nivel, sin tener en cuenta los fallos cometidos en funciones de mayor nivel y que no son objeto de evaluación. Si una persona a la que se le ha dicho que describa una fotografía comienza a argumentar o a comparar… y comete errores, estos fallos no tendrían que ser concluyentes en la calificación final, puesto que la destreza que queremos evaluar es la capacidad de descripción, y a eso deberíamos ceñirnos.
  11. Número de palabras en las pruebas de expresión escrita. El euskera es una lengua aglutinante. Esto significa que, en lugar de preposiciones, artículos… (como en castellano), se sirve de la declinación para articular las distintas unidades que componen la frase: “en los árboles de los montes” (6 palabras), “mendietako zuhaitzetan” (2 palabras). Con el sistema verbal ocurre algo similar: el verbo en euskera, al ser más sintético, muchas veces no precisa de pronombres u otro tipo de partículas para señalar lo que desea. Como consecuencia, puede afirmarse que, en general, se necesitan más palabras en castellano que en euskera para expresar un mismo contenido. Por tanto, debería tenerse en cuenta esta característica del euskera a la hora de establecer el número de palabras en las pruebas de expresión oral. No podemos copiar las cantidades que se exigen en castellano; por el contrario, tendríamos que pedir menos palabras en los textos en euskera, de forma que guardemos así un mayor equilibrio en relación con otras lenguas.
  12. Grupo de trabajo técnico. La Comisión de Seguimiento de las Convalidaciones designará un Grupo de trabajo Técnico para que le preste asistencia, al tiempo que podrá solicitar los dictámenes de expertos externos. Formarán parte del Grupo de trabajo especialistas de los distintos organismos acreditadores, siendo sus funciones meramente consultivas. El Grupo estaría en condiciones de profundizar en cuestiones técnicas y de sentar las bases para afianzar una cooperación real entre las distintas instituciones, siempre con el objetivo de avanzar en la mejora continua de la calidad de las pruebas.
  13. Plazos. Los organismos acreditadores se harán eco de las recomendaciones de este informe en sus próximas convocatorias para garantizar que comiencen a aplicarse en los exámenes del 2017. Por consiguiente, el Grupo de trabajo Técnico se constituirá en el plazo de un mes, y comenzará su andadura con el objetivo de realizar propuestas concretas; asimismo, la Comisión podrá recabar la opinión de aquellos expertos que considere oportuno en torno a estas cuestiones.

Para finalizar

Quisiera poner de relieve dos cuestiones para finalizar esta exposición.

Primera cuestión. Entre los valores del presente documento de conclusiones y propuestas elaborado por la Comisión de Seguimiento, quiero destacar que ha sido aprobado por la totalidad de los organismos acreditadores de títulos de euskera, puesto que son tales organismos los que componen la Comisión de Seguimiento, y dicha aprobación ha sido, además, unánime. Esta es la razón por la que cabe afirmar que hemos recorrido la mitad del camino que conduce al éxito de los criterios expuestos. Todos los organismos acreditadores de títulos de euskera se muestran dispuestos a unificar determinados elementos que hoy en día cada uno tiene como propios y aplica de acuerdo a su criterio (por ejemplo, modelos de examen, sistema de puntuación, criterios de corrección, sistemas de compensación, peso relativo de cada una de las destrezas lingüísticas en la evaluación, etcétera), así como en tomar en consideración, en este proceso de unificación, nuestra situación sociolingüística o la prioridad que debe otorgarse a la capacidad comunicativa.

Segunda cuestión. En el proceso de certificación de la competencia en euskera, el Decreto de Convalidaciones de 2008 supuso un hito fundamental. Supuso un hito porque sirvió tanto para adaptar el sistema de certificación de competencia en euskera al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, como para ordenar y racionalizar el sistema de títulos de euskera. Teníamos 22 títulos, carentes de convalidación entre sí. Aquello suponía una dispersión enorme. Finalmente, los 22 títulos quedaron recogidos en los 4 niveles del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.

El presente documento, que establece criterios para la mejora del sistema de certificaciones de euskera y para la evaluación de sus pruebas, constituye un nuevo hito, tan imprescindible como aquel de cara al futuro. Mediante el Decreto de Convalidación de 2008, adecuamos el sistema de certificaciones de euskera al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Mediante el presente documento, adecuamos el propio Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, en lo relativo a la certificación, a nuestra realidad sociolingüística. Esta es la perspectiva desde la que hemos abordado la mejora de los criterios de evaluación de nuestro sistema, a fin de favorecer el uso del euskera.

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Acerca de Patxi Baztarrika

Patxi Baztarrika Galparsoro (Ataun, 1958). Filosofia eta Hezkuntza Zientzietan lizentziatua UPV-Euskal Herriko Unibertsitatean. 2005etik 2009ra eta 2012tik 2016ra, Eusko Jaurlaritzako Hizkuntza Politikarako sailburuordea. NPLDko presidentea 2015-2017ko tartean. Lehenago, eta gaur egun, Andoaingo Udaleko Euskara Zerbitzuaren arduraduna teknikari lanetan. Besteak beste, 'Babeli gorazarre' liburuaren egilea (2010).
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Una respuesta en “Pasos para mejorar el sistema de evaluación del nivel de euskera

  1. FEDERICO ORTIZ DE VIÑASPRE dijo:

    N770 img 20160416 wa0003
    Me gustaría saber si la propuesta presentada por el Sr. Bastarrika al parlamento el día 15 de Abril de 2016, sobre el nuevo enfoque de la consecución de títulos de euskera y por consiguiente la de PLs., se prevée que pueda llevarse a cabo pronto, o solo tiene como espectatíva acallar por el momento y hasta las elecciones, a las personas que ven en el actual sistema, defectos de importante calado.Muchas gracias.

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