Cambio de etapa, sin despedida

Han pasado dos meses y medio desde que finalizó mi mandato como viceconsejero de Política Lingüística del Gobierno Vasco. Todo empieza y todo acaba, y mi etapa como viceconsejero empezó en diciembre de 2012 y ha concluido el 30 de diciembre de 2016. Ahora, estos días, esta misma semana de marzo, he emprendido otra etapa, en el Servicio de Euskera del Ayuntamiento de Andoain. Seguiré, por tanto, vinculado a la promoción y normalización del uso del euskera.

En este momento de cierre y apertura, despedida y reinicio, quiero trasmitir un saludo, que no un adiós, a los lectores de mi blog. Esa es la razón de este mensaje.

He desempeñado las tareas de viceconsejero de Política Lingüística durante ocho años, en dos etapas: 2005-2009 y 2012-2016. Así, cuando a finales de 2012 volví a asumir tal responsabilidad, contaba ya con la anterior  experiencia en el cargo, aunque, ciertamente, en estos últimos cuatro años el contexto, las circunstancias y varios de mis colaboradores —no todos— hayan sido distintos. Me ocurre lo mismo con mi trabajo como técnico de euskera del Ayuntamiento de Andoain, donde comencé allá por 1980, hace ya la friolera de 36 años, en labores de promoción del euskera, traductor, creador del Servicio de Euskera, técnico de Normalización… Y estoy seguro de que en esta nueva etapa también habrá nuevas circunstancias y nuevos retos. Desde luego, tengo en gran estima tanto al municipio de Andoain como a su Ayuntamiento.

He recibido —verbalmente y por escrito— palabras amables y de agradecimiento por el trabajo realizado estos cuatro años, por parte de una gran pluralidad de personas y entidades, provenientes de los más diversos ámbitos profesionales y de actuación, territorios o adscripción ideológica. Debo confesar que me han llenado de satisfacción los afectuosos mensajes que he recibido tanto desde la ‘euskalgintza’ social e institucional, como de otros muchos agentes sociales. Se lo agradezco encarecidamente, y quiero aprovechar esta entrada de mi blog para darles las GRACIAS DE TODO CORAZÓN, así, en mayúscula. Reciban mis agradecimientos multiplicados por ello.

He sentido como un verdadero honor haber sido un eslabón más de esa cadena que, gracias a la entrega de quienes nos han precedido en muchos años, viene contribuyendo activamente durante décadas a la revitalización del euskera. Para mí ha resultado un gran honor haber podido dar continuidad, durante esta etapa de cuatro años, al trabajo de promoción del euskera emprendido en aquella primera etapa de 2005-2009, en estrecha y plural colaboración con otra muchas personas. Hemos querido dar al euskera una mayor centralidad en la sociedad vasca, tan compleja y abierta, para promover su extensión más allá de los espacios y tendencias sociopolíticas vascófilas más favorables. De hecho, si queremos que el euskera sea una lengua viva, estamos obligados a socializarla de manera que la haga suya la sociedad en toda su extensión y pluralidad. Hemos intentado tejer un acuerdo social y político lo más amplio posible, conocedores como somos de la pluralidad social y convencidos del valor positivo de la misma. El euskera ha perdurado durante siglos gracias a sus hablantes, y ahora es también la propia sociedad vasca —con sus fortalezas y sus limitaciones— la que avanza progresiva y decididamente en el fortalecimiento de su lengua. Más lentamente de lo que algunos quisieran y a mayor velocidad de lo que otros quisieran, pero avanzamos y lo hacemos amparados por ese amplio respaldo social y manteniendo la cohesión social.

Somos muchos quienes creemos en el valor y la necesidad de la colaboración, de la colaboración interinstitucional y de la colaboración pública-privada y social. La cooperación sincera, exigente y respetuosa es, sin duda, fructífera. Hemos colaborado mutuamente en el Gobierno Vasco; hemos colaborado con las tres diputaciones forales y con los ayuntamientos, con el Gobierno de Navarra y la Oficina Pública del Euskera de Iparralde; hemos colaborado intensamente con los agentes sociales del euskera y con agentes de referencia de los diferentes sectores de nuestra sociedad. Nuestro objetivo ha sido fortalecer el uso del euskera, siendo conscientes de que ello solo es posible desde la equidad, la igualdad de oportunidades y la convivencia basada en la libertad. Y es precisamente esto lo que hemos definido como de interés público, por encima de cualquier tipo de interés particular. No puedo dejar de citar la colaboración que tan gustosamente hemos mantenido con amigas y amigos de diversas comunidades de lenguas minorizadas de diferentes países de Europa y América.

Hemos trabajado en pos del interés público señalado, es decir, en pos de la extensión y fortalecimiento del uso del euskera, con mayor o menor acierto, no siempre —digámoslo claro— tan eficazmente como hubiéramos querido, pero siempre con honestidad y lejos de cualquier voluntad o tentación discriminatoria o excluyente. Con transparencia, aplicando a todas las partes las mismas reglas, desde la igualdad de oportunidades. Honestidad y transparencia tanto en la definición y desarrollo de la política lingüística, como en la gestión, también económica, de los recursos públicos. Entre las docenas de mensajes que he recibido durante estos dos meses, hay tres, cada uno de ellos de entidades de referencia de la ‘euskalgintza’ social, que me parecen apropiadas para ilustrar lo que quiero expresar, ya que definen bien el espíritu de nuestro esfuerzo. Así reza uno: «sin ánimo de matizar, hay algo que, al menos yo, admiro: que alguien crea en lo que hace, sin mirar el peaje que pueda tener que pagar en ese camino en el que invierte toda la energía de la que dispone». Otro dice así: «recibe nuestro agradecimiento (el de la entidad en cuestión) por el trabajo realizado y por tender puentes para la colaboración». Y un tercero: «el trabajo incansable durante estos años tejiendo la colaboración y el consenso de múltiples responsables políticos, agentes sociales y ciudadanos y ciudadanas».  No sé si hemos conseguido hacer todo ello, no lo sé, pero ese ha sido, efectivamente, el espíritu de nuestro grupo de trabajo, esa ha sido nuestra voluntad. Recibid todos aquellos con los que hemos compartido tal objetivo, mi reconocimiento y agradecimiento, sincero y profundo.

La totalidad del equipo de la Viceconsejería ha realizado un excelente trabajo. HABE ha llevado a cabo un excelente trabajo. Se han abierto en distintos ámbitos muchas nuevas vías llamadas a ser referentes en un futuro próximo. No es mi intención enumerarlas ni valorarlas todas (son muchas y de gran alcance las ejecutadas o puestas  en marcha), pero quisiera subrayar una con la vista puesta en el futuro a corto, medio y largo plazo: el documento ‘¿Y a partir de ahora qué?’ y el proceso colaborativo seguido para su elaboración. El Consejo Asesor del Euskera, gracias a la aportación y a la decidida voluntad de acuerdo de docenas de expertas y expertos, ha establecido y acordado las bases, el escenario sociolingüístico y el marco de referencia de la política lingüística, y ha diseñado una  estrategia consensuada para el desarrollo de la política lingüística en los próximos veinte años. Quisiera destacar el trabajo de todas esas personas que han hecho posible el documento estratégico social e institucional ‘¿Y a partir de ahora qué?’. Muchas gracias a todas las personas que lo han hecho posible. El camino está ya marcado por la colaboración y el acuerdo. Ahora falta desarrollarlo. Vista la opinión manifestada por los ciudadanos en la Encuesta Sociolingüística del año 2016 sobre las políticas de promoción del euskera del Gobierno Vasco, está claro qué tipo de políticas lingüísticas pueden obtener el más amplio consenso social.

He intentado dar lo mejor de mí como viceconsejero de Política Lingüística, e intentaré dar lo mejor de mí en mi ‘nuevo’ trabajo, para fortalecer el euskera, para buscar una convivencia lingüística armoniosa y  cada vez más equilibrada. En complicidad con los de aquí y los de allá, tejiendo acuerdos. He dejado de ser viceconsejero pero sigo siendo un euskaltzale comprometido y convencido. Creo en la colaboración sincera, y seguiré siendo cómplice para que se lleve a cabo de la manera más amplia y eficaz posible. Por encima de cualquier interés particular, eso seguro; en pos de la vitalidad del euskera, que necesita del aliento de todos, para que nuestra lengua sea un hogar común, acogedor y multicolor. En ello seguimos.

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Acerca de Patxi Baztarrika

Patxi Baztarrika Galparsoro (Ataun, 1958). Filosofia eta Hezkuntza Zientzietan lizentziatua UPV-Euskal Herriko Unibertsitatean. 2005etik 2009ra eta 2012tik 2016ra, Eusko Jaurlaritzako Hizkuntza Politikarako sailburuordea. NPLDko presidentea 2015-2017ko tartean. Lehenago, eta gaur egun, Andoaingo Udaleko Euskara Zerbitzuaren arduraduna teknikari lanetan. Besteak beste, 'Babeli gorazarre' liburuaren egilea (2010).
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4 respuestas a Cambio de etapa, sin despedida

  1. Estimo muy destacada la trayectoria y la visión de Patxi, encabezando una experiencia institucional de política del lenguaje exitosa, realista y muy cerca al ethos cultural de la sociedad vasca. Mis felicitaciones

  2. Almudena dijo:

    Desde Iruña Oka….creo que lo has hecho genial!! Yo también he estado en Gobierno hasta el 23 de diciembre de 2016 y también tratare de dar lo mejor de mí misma en el trabajo actual!!

  3. Estimado Patxi:
    Nos conocimos en tu primera etapa como viceconsejero. Tenía el encargo de entrevistarte para El Correo. En aquellos tiempos, no sé ahora, era un diario considerado hostil en los medios euskaldunes. Recuerdo más de un gesto de extrañeza al llamar a escritores, hablándoles en euskera, para solicitarles una entrevista que se desarrollaría en la misma lengua. Ahora me doy cuenta de que los primeros que accedieron a que los entrevistara eran unos atrevidos. Gracias a ellos, pude después entrevistar a muchos más. Me río de esto ahora, a carcajadas, pero es real.
    Cuando preparé el cuestionario para aquella primera entrevista que te hice (sería 2005 ó 2006), no pensé en tenderte un puente de plata para que caminaras por él.
    La política lingüística estaba muy discutida y mi objetivo era recoger ideas de apoyo a ellas para que las leyeran personas con grandes resistencias. Los adeptos frecuentaban otros medios. Se daban la razón entre ellos.
    Mi última pregunta fue algo así como «Si usted es viceconsejero de Política Lingüística, dígame, ¿qué hace por el castellano?».
    -Esta entrevista -me respondiste.
    En esa conversación me nació una profunda admiración por tí que nunca ha decaido.
    Gracias. Y buena travesía.

  4. Julen Rekondo dijo:

    Aupa Patxi. Ondo ibili.

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