Los días 7 y 8 de junio se celebró en la Universidad de Toulouse un interesante simposium sobre ‘lenguas regionales y construcción del Estado en Europa’, organizado por la propia Université Toulouse 1 Capitole y el Centre d’Éxcellence Jean Monnet. El simposium fue dirigido y organizado por Amane Gogorza y Wanda Mastor, profesoras de derecho privado y derecho público, respectivamente, de la universidad de la capital occitana.
Una veintena de personas intervinieron como ponentes, entre las cuales nos encontrábamos cuatro vascos: el profesor universitario y letrado del Tribunal Constitucional, Xabier Arzoz, los profesores universitarios Itziar Alkorta y Joxerramon Bengoetxea, y yo mismo. El simposium contó con una nutrida asistencia de personas pertenecientes en su mayoría al mundo universitario. Los temas objeto de debate fueron varios: el lugar de las lenguas en la construcción de los estados y Europa, la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias, el derecho lingüístico, el estatus jurídico de las lenguas o el lenguaje jurídico, entre otros. Mi conferencia versó sobre el valor económico de las lenguas minorizadas, es decir, sobre ese valor económico no reconocido o negado como consecuencia del peso de los prejuicios lingüísticos. Ofrecí una reflexión sobre los prejuicios lingüísticos y sobre los principales contenidos del estudio relativo al valor e impacto económico del euskera que fue realizado por Siadeco en el año 2015, a iniciativa y encargo del Gobierno Vasco.
Vivimos unos años en los que la propia Comisión Europea y, en general, las instituciones de la UE, en el contexto de la Estrategia Europa 2020, vienen estableciendo una vinculación muy estrecha entre lenguas y economía, pero, curiosamente, aunque no casualmente, a las lenguas que no pertenecen al “club” de las lenguas internacionales de la globalización o las lenguas de Estado no se les reconoce valor económico, a pesar del dinamismo de varias de ellas. Se trata de otro ámbito a considerar entre los retos de las lenguas minorizadas.
Quiero dejar constancia de mi enhorabuena a Amane Gogorza y Wanda Mastor, profesoras de la Université Toulouse 1 Capitol, por su acierto en la dirección científica y organización del simposium. Tengo entendido que dentro de unos meses serán publicadas las conferencias.