La iniciativa denominada Euskararen Txantxangorria es de gran importancia, tanto por las instituciones que la impulsan y los agentes sociales que la apoyan como por los objetivos que persigue. El pasado día 15 tuvo lugar su presentación en el Museo San Telmo de Donostia, auspiciada por los miembros de la Comisión de Coordinación de las Administraciones Públicas en materia de Política Lingüística (HAKOBA) y con presencia de numerosos agentes. En concreto, son el Gobierno Vasco, las diputaciones y los ayuntamientos de las capitales de los tres territorios de la CAV y Eudel quienes han optado por el txantxagorri o petirrojo como símbolo para invitar al uso del euskera y los que han puesto en marcha la citada iniciativa.
En el acto de presentación tomaron la palabra la consejera de Educación, Política Lingüística y Cultura, Cristina Uriarte; el representante de Eudel Mikel Pagola; la diputada foral de Euskera y Cultura de la Diputación de Bizkaia, Lorea Bilbao; la concejala de Euskera y edil al cargo de la Capitalidad Cultural Europea Donostia 2016, Miren Azkarate; y la diputada de Euskera, Cultura y Deportes de la Diputación de Araba, Igone Martínez de Luna; mientras que yo ejercí de conductor del evento. Además, contamos con la presencia de numerosos representantes de entidades públicas y privadas (universidades de la CAV, grupos deportivos y deportistas, agentes de la cultura, empresarios y representantes de entidades financieras, etcétera), que quisieron mostrar su adhesión a la iniciativa del txantxagorri. También la ciudadanía puede apoyarla y mostrar su compromiso entrando en la página web que se ha creado para ello.
Según señaló Cristina Uriarte en el acto de presentación, «la forma más eficaz de trabajar en pos de la promoción del euskera es a través del acuerdo y la unidad», y puso como ejemplo la puesta en marcha de esta iniciativa alumbrada gracias a la colaboración entre numerosas instituciones. En esa línea, mostró su agradecimiento a todos los agentes que se han sumado a la misma, «ya que es obligación de las instituciones públicas favorecer las oportunidades y las condiciones para el uso del euskera», pero es absolutamente decisiva «la voluntad y el compromiso» de las citadas entidades para «hacer llegar al conjunto de la sociedad» dichas medidas. Por su parte, Lorea Bilbao indicó que tanto el txantxangorri como el euskera son pequeños, «pero, en esa pequeñez, ambos son grandes». «Es colorido el txantxangorri y tiene mil colores el euskera. Son muy nuestros, enraizados en Euskal Herria pero capaces de llegar a cualquier lado agitando sus alas. Son cercanos, pero en su vuelo logran una perspectiva amplia, y pueden acoger bajo sus alas espacios amplios, numerosos y diversos. Son bonitos y atractivos el txantxangorri y el euskera, e invitamos a quienes aún no los conocen a que den un paso adelante y se acerquen a ellos. ¡Venid a los mundos del euskera!», agregó la diputada de Euskera y Cultura de Bizkaia. A su juicio, «nos jugamos la partida del euskera en su uso. Su utilización es la receta más eficaz para reforzar al euskera». Por ello, tanto en los servicios de la Diputación Foral de Bizkaia como en todos los ámbitos del territorio «se harán absolutamente todos los esfuerzos» para «guiar al txantxangorri por buen camino» y «dar alas al euskera».
En nombre del Ayuntamiento de Donostia, Miren Azkarate subrayó que «en el faro de las voces de Europa se oirá con fuerza el trino y el canto del grupo de txantxangorris» reunidos en el acto. El alcalde de Urnieta y representante de Eudel Mikel Pagola, por su parte, realizó una invitación desde el ámbito municipal para que todos los ciudadanos usen el euskera: «cada uno a su nivel; con naturalidad y sin complejos; en cualquier ámbito y situación». En opinión de Igone Martínez de Luna, por último, «en lo que respecta al euskera, los objetivos en Araba pasan por promocionarlo a todos los niveles e impulsar su uso».
Al margen de los mencionados, tomaron la palabra para dar su apoyo al acto Itsaso Andueza, Elena Laka, Josu Urrutia, Jokin Aperribay, Pedro Miguel Etxenike, Roberto Larrañaga, Eli Pinedo, José María Guibert, Bixente Atxa, Arantza Urretabizkaia y Aitzol Atutxa, y mediante sendas grabaciones de vídeo se sumaron también Juan Calparsoro, Alex Aranzabal, Toti Martínez de Lezea, Andrés Urrutia e Iñaki Goirizelaia. El acto arrancó de la mano de Kirmen Uribe, con la lectura del poema ‘Munduari begiratzeko modu bat’ (‘Una forma de mirar al mundo’).
La imagen nueva y fresca que presentamos nos unirá con el euskera, con el uso del euskera, con el apoyo al euskera. No es de extrañar que siempre hayamos amado al txantxangorri. Siempre ha sido parte de nuestro paisaje, con su perfil pequeño, agradable, juguetón y elegante. Lo queremos, pero es pequeño y frágil. Nos resulta atractivo, lo sentimos nuestro, parece débil pero está lleno de vida. Como el euskera.
Como en la hermosa canción ‘Txoria txori’, que lleva letra de Joxean Artze y música de Mikel Laboa, queremos vivos a los pájaros. Y volando. La voluntad de cada uno de nosotros es el ala del euskera. El ánimo y la adhesión de cada uno de nosotros son las alas del euskera. Decir la primera palabra en euskera, mostrar disposición a hablar en euskera sea bien o regular, mostrar deseo de vivir en euskera, dar la bienvenida a que lo usen quienes lo conocen incluso sin saber euskera…, todo ello supone dar aliento a nuestra lengua. Y dar alas a nuestro pájaro.
El txantxangorri, en su pequeñez, en su debilidad, es un pájaro muy generoso. Incuba los huevos que el cuco le deja en el nido. ¿Por qué será? A lo mejor, porque desea que se siga oyendo el canto del cuco en nuestros bosques. Si todos nos convertimos en txantxangorris, el canto del cuco del euskera se extenderá a nuestros pueblos y ciudades. Convirtámonos en txantxangorris. ¡Demos alas al euskera!
Mediante la imagen amable y querida del txantxangorri, queremos hacer llegar a los ciudadanos una invitación: la invitación para que utilicen el euskera. Es una invitación para todos los ciudadanos: para quienes conocen bien el euskera, para quienes lo conocen en cierta medida, para quienes solo llegan a entender el euskera. Es valiosa la aportación de todos. Quienes saben hablar en euskera le dan vida utilizándolo con tranquilidad. Quienes saben hablarlo un poco, multiplican las posibilidades y las situaciones de hablar en euskera usándolo en la medida de sus posibilidades. Y quienes se limitan a entenderlo realizan una aportación de primer nivel animando a sus amigos, a los de casa, a los compañeros de trabajo… a expresarse en euskera. Y demuestran una solidaridad encomiable aquellos ciudadanos que sin saber euskera abren las puertas a su uso.
Esta imagen es una invitación: hablamos de la voluntad. Creemos en la voluntad de los ciudadanos. Creemos en la fuerza del deseo de los ciudadanos. No queremos obligar a nadie. No queremos estar por encima de nadie. Al contrario, queremos una sociedad en la que todos nos sintamos cómodos: quienes tienen al euskera como primera opción y quienes optan por el castellano, o quienes eligen ambos idiomas. No queremos que nadie tenga que dejar de lado su idioma principal. No queremos un solo idioma: queremos un idioma y también el otro; queremos promover y respetar las oportunidades para todos, para quienes tengan como primer idioma o utilicen en casa el castellano o el euskera, para quienes elijan el euskera o el castellano. En igualdad.
En la Comunidad Autónoma Vasca tenemos dos idiomas oficiales; ambos tienen equiparación legal, pero no están en la misma situación, ni mucho menos. Viven en una situación de desequilibrio. El euskera es cada vez más fuerte, sí, afortunadamente, pero a su vez, por desgracia, es débil frente al castellano. Y en nuestro modelo de convivencia social la igualdad y la equidad son punto de partida y objetivo. Ya que la igualdad entre los ciudadanos es la base principal de nuestra cohesión social. Y porque la convivencia, también en el ámbito lingüístico, exige igualdad y equidad.
En el camino entre el desequilibrio actual y el equilibrio del futuro, lo que necesitamos respirar es el euskera. Ahí radica nuestra invitación. Utilicemos el euskera, sin complejos, aquí y allí, para esto y para lo otro. Llevémoslo del corazón y la cabeza a los labios. Utilicémoslo con tranquilidad; sabiendo que hacemos del euskera una lengua viva en la medida en que la utilizamos; sabiendo que solo nosotros podemos hacerlo. Si no somos nosotros, ¿quién lo utilizará? Nuestra es la oportunidad.
A las oficinas de las administraciones, a todo tipo de edificios públicos, a los servicios de transporte, a los servicios de salud, en las escuelas, a las empresas, a las entidades financieras, a los centros comerciales, a los medios de comunicación, a las instalaciones deportivas, a las universidades, al pecho de cada cual… queremos ver que ha llegado a todos ellos, que vuela el txantxangorri. En los próximos meses, en los próximos años: la invitación del euskera, la invitación para el euskera, aquí y allí. Por eso y para eso, las administraciones y todas aquellas asociaciones y empresas y entidades que lo deseen sacaremos a la calle y daremos a conocer la imagen del txantxangorri: mediante pines, soportes de mesa y pared, vinilos… A estas alturas el txantxangorri del euskera no es ya de nadie, es de todos, de toda la sociedad. Como el propio euskera. Porque es el objetivo de toda la sociedad: ¡demos alas al euskera!