IV ENCUESTA SOCIOLINGÜÍSTICA DE EUSKAL HERRIA (2006)

La IV. Encuesta Sociolingüística de Euskal Herria fue elaborada sobre los datos recogidos en el correspondiente trabajo de campo realizado en 2006 en la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra e Iparralde. Desempeñaba yo entonces el cargo de viceconsejero de Política Lingüística del Gobierno Vasco, y, en su virtud, me correspondió ejercer la responsabilidad  de impulsar y hacer el seguimiento del proceso de elaboración de la citada IV. Encuesta Sociolingüística. La Comisión Rectora de la IV. Encuesta Sociolingüística estuvo integrada por las siguientes personas: Jon Aizpurua (jefe de servicio de la Viceconsejería de Política Lingüística y responsable técnico de la encuesta), Erramun Osa (director de Coordinación de la Viceconsejería de Política Lingüística), Jean Claude Iriart (director del Organismo Público del Euskera y responsable del seguimiento de los trabajos ene l País Vasco Norte) y Patxi Baztarrika (viceconsejero de Política Lingüística y presidente de la Comisión Rectora de la encuesta).

 

Precisamente dada la condición de viceconsejero de Política Lingüística y presidente de la Comisión Rectora me correspondió explicar, en colaboración con miembros del equipo, la encuesta en diversos actos públicos, a modo de conferencias, coloquios y seminarios. El texto que sigue es precisamente el que, redactado para aquellas intervenciones públicas, utilicé a modo de guía en las mismas. Es un texto que pretendía servir de fotografía y síntesis de la amplia información que contiene la IV. Encuesta, texto en el que aportaba y sugería, asimismo, algunas de las interpretaciones posibles desde mi punto de vista para comprender la evolución social del euskera en las dos últimas décadas.

 

Todos los gráficos intercalados en el texto fueron elaborados en su día por los servicios técnicos de la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco.


IV ENCUESTA SOCIOLINGÜÍSTICA

 

Las encuestas y estudios sociolingüísticos son herramientas fundamentales para conocer la situación y evolución de una lengua que se quiere revitalizar. En nuestro caso, sin embargo, no son la única herramienta sistemática que tenemos para evaluar la evolución del euskera, pues disponemos, en primer lugar, del Censo de Población y del Padrón de Habitantes. El Censo y los Padrones que se elaboran en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral Navarra abarcan a toda la población, pero no recogen la misma información. Y en Iparralde, además, no incluyen preguntas relativas a la lengua en las encuestas censales. Así pues, resulta necesario realizar y actualizar la Encuesta Sociolingüística para conocer la realidad de la lengua en la totalidad del ámbito espacial del euskera.

 

La Encuesta abarca a la población mayor de quince años que reside en la totalidad de los territorios del euskera (2.500.000 personas aproximadamente). Excluye, por lo tanto, a la población menor de quince años, cuestión que es importante resaltar, pues se trata de un sector de edad muy significativo en la realidad actual del euskera, teniendo en cuenta que, por efecto del sistema educativo, resulta ser el sector de población con mayor índice de vascohablantes. El estudio está estratificado por sexo y edad, y se han realizado un total de 7.200 encuestas, mediante la cumplimentación de un cuestionario estructurado y cerrado.

La IV Encuesta Sociolingüística incluye cuatro ámbitos de estudio: la competencia lingüística de la población; la transmisión lingüística; el uso del euskera en diversos ámbitos (familia, amigos, trabajo, ámbitos formales, etc.); y actitud hacia el euskera.

 

El trabajo de campo de la IV Encuesta Sociolingüística finalizó en diciembre de 2006, y presentamos sus resultados en cuatro tomos: euskera, castellano, francés e inglés.

La Encuesta Sociolingüística se realizada cada cinco años y la que hoy nos ocupa es la cuarta. En esta presentación voy a hacer referencia a la serie completa de quince años, más allá del período de cinco años que abarca la IV Encuesta. Por una parte, porque un período de cinco años aporta una perspectiva limitada para evaluar el proceso de revitalización de una lengua. Por otra parte, porque en este período no se altera la tendencia favorable a la recuperación del euskera con respecto al periodo correspondiente a la III Encuesta. Y, por último, porque disponer de una perspectiva de quince años supone una inmejorable oportunidad para observar la evolución que está teniendo el euskera y remarcar los principales restos a los que se enfrenta.

 

Antes de entrar a detallar los datos aportados por la Encuesta, resumo las principales conclusiones a las que nos conduce:

 

1. Es posible revitalizar una lengua minorizada como el euskera. Para ello, la lengua necesita un estatus adecuado, una política lingüística efectiva y la adhesión de los ciudadanos.

 

2. Entre los diversos elementos que caracterizan lingüísticamente a la sociedad vasca, hay dos que convierten el proceso de recuperación del euskera en un proceso largo y que afectará a varias generaciones: la ausencia de vascohablantes monolingües (que, por otra parte, no

deseamos que existan) y la evidente distancia lingüística entre el euskera y el castellano o el francés. Lo importante es, pues, continuar avanzando sin retrocesos en este largo proceso. En cualquier caso, y vista esta cuestión desde la perspectiva que nos dan estos quince últimos años, hay que resaltar que el euskera muestra una clara tendencia hacia su recuperación.

 

3. En la población mayor de dieciséis años, en el año 2.006 hay 137.200 personas bilingües más que en 1991. El crecimiento de la población bilingüe se ha dado en Navarra y, sobre todo, en la Comunidad Autónoma Vasca. En Iparralde sigue habiendo pérdidas en la población bilingüe global, pero el número de jóvenes bilingües ha entrado ya en una dinámica de crecimiento. Asimismo, el número de monolingües (castellanohablantes o francófonos) ha disminuido en 133.900 personas, en el conjunto de Euskal Herria, con respecto a 1991 (70% en 1991 y 58,9% en 2006). El porcentaje de castellanohablantes monolingües ha disminuido en la CAV y en Navarra. En Iparralde, sin embargo, la población francófona monolingüe ha aumentado en números absolutos y en porcentaje.

 

4. Si en lugar de considerar sólo a la población mayor de 16 años tuviéramos en cuenta a toda la población, el porcentaje de población bilingüe en Euskal Herria es aún mayor: en efecto, analizando la variable de la competencia lingüística por tramos de edad, observamos que el mayor crecimiento en el porcentaje de bilingües se está produciendo especialmente entre los jóvenes. Así, en la CAV y en Navarra el mayor porcentaje de población bilingüe se da entre los menores de 16 años. A la espera de recibir los datos del Padrón de 2006, recordemos que según el Padrón de 2001 –último del que disponemos por el momento-, en la CAV es bilingüe una de cada tres personas, y en la población menor de 16 años lo es un 66%.

5. La sociedad se encuentra inmersa en un rápido proceso de cambios: se está pronunciando el proceso de envejecimiento, se mantiene sin apenas alteración la bajísima tasa de natalidad y ha aumentado enormemente en un breve plazo de tiempo la población inmigrante. Su crecimiento ha sido tan pronunciado que en el período de cinco años entre las dos últimas encuestas, se ha triplicado su presencia en Navarra y en la CAV. Actualmente (2007) hay empadronados 122.196 inmigrantes en la CAV, el 5,7% de la población.

 

6. Visto desde la perspectiva de los últimos quince años, el proceso de revitalización del euskera ha avanzado con firmeza en la CAV y más lentamente en Navarra. En Iparralde, sin embargo, sigue produciéndose una pérdida de hablantes, aunque esta tendencia está disminuyendo y, con la aportación de la generaciones jóvenes, se están creando nuevas oportunidades para la recuperación del euskera.

 

7. El sistema educativo ha aportado mucho a la recuperación del euskera. En 1986, la primera lengua de la mayoría de los bilingües de la CAV era el castellano. Dicha mayoría, además, se daba en todos los grupos de edad. En 1986, el 76% de los bilingües menores de 25 años, por ejemplo, recibió el euskera en el hogar, mientas que en 2006 el porcentaje de jóvenes menores de 25 años que recibió el euskera en el hogar era del 39%. Es decir, 6 de cada 10 jóvenes aprendió el euskera en la escuela. En 1986, eran los mayores de 65 años los que contaban con el mayor porcentaje de bilingües. En 2006, por el contrario,  la mayor proporción de bilingües se da entre los menores de 25 años. La escuela, por lo tanto, es un elemento indispensable para la revitalización de la lengua, pero no es suficiente. El sistema educativo, exclusivamente, no puede revitalizar euskera.

 

8. Desde la perspectiva de estos últimos años, podemos afirmar que estamos dando pasos decisivos para generalizar el conocimiento del euskera en la población. Pero no podemos conformarnos con ello, puesto que uno de los indicadores principales de la salud de una lengua es su USO. Por eso, hemos focalizado la atención y el objetivo fundamental de la política lingüística en aumentar el uso del euskera en los más diversos ámbitos.

 

9. El uso del euskera no está creciendo al mismo ritmo que suconocimiento. Es NORMAL que así ocurra. Y es normal, porque en eluso de una lengua resultan determinantes tres factores fundamentales: lacompetencia lingüística de sus hablantes; la densidad de la redrelacional; y los ámbitos de uso de que disponen. Muchos vascohablanteslo son desde fecha reciente: en la CAV, en 2006, el 55% de la población bilingüe de entre 16 y 24 años es euskaldunberri, pero en 1991 sólo el 25% de los bilingües tenía como primera lengua el castellano. La mitad de la población bilingüe reside en núcleos con un fuerte predominio del

castellano o del francés (en núcleos urbanos con una población bilingüe menor del 40%). Por lo tanto, la mayoría de los vascohablantes tienen unas redes relacionales con una presencia mayoritaria del castellano o del francés y disponen de pocos ámbitos de uso para el euskera.

 

10. No sólo ha aumentado el conocimiento del euskera. También ha aumentado su uso, sobre todo en espacios y ámbitos formales (en la CAV, entre los jóvenes, el uso del euskera está teniendo un crecimiento cada vez más evidente: por ejemplo, entre los jóvenes de 16-24 años, el 24% utiliza el euskera tanto o más que el castellano, mientras que en 1991 sólo lo usaba el 12%).

 

11. De todos modos, hay que decir que el crecimiento en el uso del euskera por parte de los jóvenes se ha producido, principalmente, por el crecimiento en el número de bilingües.

 

12. Si analizamos el uso del euskera referido no a toda la población sino sólo a la población bilingüe, observamos que no ha aumentado el uso, aunque si lo haya hecho el número de bilingües. El uso del euskera en la sociedad en general ha aumentado de forma notoria, pero los actuales bilingües no usan el euskera más que los bilingües de hace unos años. Los jóvenes bilingües de 16-24 años usan el euskera menos en 2006 que en 1991. Ello está influido por el hecho de que, al ser el castellano su primera lengua en muchos casos, poseen un menor dominio del euskera, así como por el hecho de que la mayoría reside en núcleos en los que predomina el castellano.

 

13. Además de la población bilingüe, ha aumentado significativamente el número de bilingües pasivos (son capaces de entender el euskera, pero no de hablarlo). Es hora de que reflexionemos sobre la aportación de los bilingües pasivos y de que reconozcamos su importancia y necesidad.

 

14. La actitud favorable al euskera y la voluntad en pro de su revitalización han aumentado en la Comunidad Autónoma Vasca y en Navarra, mientras que en Iparralde se mantiene sin variaciones.

 

15. Por último, y tal como nos muestran los datos obtenidos, los límites más determinantes para la recuperación del euskera están en la propia sociedad.

 

Finalizada, pues, la presentación de las principales conclusiones extraídas de laEncuesta, paso a presentar los datos más destacables.

 

Competencia lingüística

 

Según los datos de la Encuesta de 2006, el 25,7% de la población de Euskal Herria mayor de 15 años es bilingüe (3,4 puntos más que en 1991 -22,3%-), el 15,4% es bilingüe pasivo y el 58,9% es monolingüe (castellanohablante o francófono).

 

Por territorios, en la CAV el 30,1% de la población mayor de 15 años es bilingüe

(6 puntos más que en 1991, en que lo era el 24,1%), en Iparralde el 22,5% es bilingüe (11 puntos menos que en 1991, en que lo era el 33,1%); y en Navarra el 11,1% (1,6 puntos más que en 1991 -9,5%-)

Es decir, entre la población de más de dieciséis años, en 2006 hay 137.200 bilingües más que en 1991. El crecimiento en la población bilingüe se ha producido en Navarra y, sobre todo, en la CAV. En Iparralde, sin embargo, todavía hay pérdidas de población bilingüe, pero el porcentaje de bilingües entre los jóvenes ha comenzado ya a crecer.

Si en lugar de considerar sólo a la población mayor de 15 años tomamos en cuenta a toda la población, el porcentaje de población bilingüe en Euskal Herria es aún mayor: en efecto, analizando la variable de la competencia lingüística por tramos de edad, observamos que el mayor crecimiento en el porcentaje de bilingües se está produciendo especialmente entre los jóvenes. Así, en la CAV y en Navarra el mayor porcentaje de población bilingüe se da entre los menores de 16 años. Según los datos del Padrón de 2006, el 37% de la población de la CAV es bilingüe, y entre los menores de 15 años lo son tres de cada cuatro personas. Por el contrario, en Iparralde el porcentaje más alto de población bilingüe se da en el tramo de más de 65 años, y disminuye a medida que descendemos en los tramos de edad, aunque cada vez son más claros y patentes los indicios de cambio en esta tendencia entre los jóvenes: en efecto, según los datos de la Encuesta del 2006, la población bilingüe entre los jóvenes de Iparralde ha aumentado en número y en porcentaje.

 

Al mismo tiempo, el número de monolingües en Euskal Herria ha disminuido en 133.900 en estos quince años (en porcentajes ha disminuido desde un 70% en 1991 hasta el 58,9% en 2006). El porcentaje de monolingües ha disminuido en la CAV y en Navarra. No así en Iparralde, donde ha aumentado tanto en número absoluto como en porcentaje. El descenso de la población monolingüe y el crecimiento de la población bilingüe resultan más destacables si tenemos en cuenta los cambios demográficos ocurridos en nuestra sociedad en los últimos años. Por un lado, nuestra sociedad está envejeciendo y la tasa de natalidad es muy reducida, por lo que el peso de los jóvenes –justamente el sector de población más bilingüe- en relación con la totalidad de la población está disminuyendo. Por otro lado, es evidente el aumento que ha tenido la población inmigrante en nuestro entorno en los últimos 15 años: en la CAV alcanza a ser ya el 5% de la población y en Navarra el 10%. En la CAV hay censados 122.196 inmigrantes. En Iparralde, el influjo de la inmigración ha sido menor en la evolución lingüística de los últimos años, pues ya hace 15 años el porcentaje de población inmigrante era mayor que en los otros dos territorios.

 

En todo caso, se puede afirmar que el bilingüismo avanza en la CAV y en Navarra. En la CAV lo hace con pujanza y en Navarra con moderación, pero de manera constante. En Iparralde, sin embargo, todavía hay pérdidas en la población bilingüe, y seguirá habiéndolas en los próximos años, pero entre los jóvenes también ha aumentado la población bilingüe, en números absolutos y en porcentaje.

 

Las características de la población bilingüe han cambiado mucho en estos quince años. En 1991 entre la población bilingüe eran mayoría (79,3%) los euskaldunzaharras, es decir, quienes poseían el euskera como primera lengua, adquirida en la familia. Los euskaldunzarras eran, además, mayoría en todos los tramos de edad. En 2006, sin embargo, aunque los euskaldunzaharras siguen siendo mayoría (57,9%) en la población bilingüe, la situación ha cambiado radicalmente entre la población joven: en efecto, más de la mitad (54,5%) de los jóvenes bilingües de 16-24 años son ya euskaldunberris, es decir, han adquirido el euskera en la escuela o en el euskaltegi. En ese mismo tramo de edad, sólo el 25% de los bilingües era euskaldunberri en 1991.

 

Para conocer mejor cómo es el joven bilingüe actual, veamos a continuación cúales son sus características principales y observemos las diferecias respecto al joven bilingüe de hace quince años. El bilingüe joven (16-24 años) de la CAV tiene el castellano como primera lengua (56%) y mayor facilidad para desenvolverse en castellano que en euskera (56%). Ha cursado sus estudios primarios (79%) y secundarios (69%) en el modelo D, es decir, ha aprendido euskera en la escuela. Vive en centros urbanos erdaldunes, principalmente en Bizkaia. Por el contario, en 1991 el joven bilingüe (16-24 años) de la CAV tenía el euskera como primera lengua (63%), a pesar de lo cual también se deselvolvía mejor en castellano que en euskera. Cursó sus estudios primarios en el modelo D (46%), aunque tenía muchos compañeros de escuela que lo hicieron en el modelo B (45%). Vivía en la tercerra zona sociolingüística, principalmente en Gipuzkoa. Estos datos tienen múltiples repercusiones y efectos en el uso de la lengua.

 

 

La mayoría que conforman actualmente los euskaldunberris en la población joven bilingüe es patente en la CAV y en Navarra, y ejerce una influencia directa en la facilidad o dificultad para el uso de la lengua, pues, en efecto, entre los bilingües, el grupo mayoritario en la CAV y en Navarra está constituido por bilingües que se manejan mejor en castellano que euskera.

 

Transmisión familiar de la lengua

 

Actualmente, cuando los padres son bilingües la transmisión familiar del euskera está casi totalmente asegurada en la CAV y en Navarra, y todavía se producen pérdidas en Iparralde.

 

La competencia lingüística de los padres condiciona completamente la transmisión familiar de la lengua:

 

a. En la CAV y en Navarra, en los casos en que el padre y la madre son bilingües, el 98% de los hijos o hijas recibe el euskera en la propia familia. En Iparralde, a pesar de que este porcentaje también es alto, desciende diez puntos con respecto a los otros dos territorios.

 

b. En los casos en que uno de los miembros de la pareja -padre o madre- no sabe euskera, la transmisión familiar del euskera se produce en un 86% en la CAV, en un 71% en Navarra y en un 44% en Iparralde.

 

Evolución lingüística: incorporaciones y pérdidas del euskera

 

El crecimiento de las incorporaciones y la práctica desaparición de las pérdidas del euskera se aprecia especialmente entre los jóvenes, incluso -aunque en menor medida- entre los jóvenes de Iparralde.

Entre quienes han tenido como primera lengua el euskera o el euskera y el castellano o francés, la mayoría (más del 85% en la CAV y más del 75% en Navarra e Iparralde) han conservado el euskera y actualmente son bilingües.

 

Aun así, hay quienes han perdido el euskera en parte o en su totalidad (aproximadamente el 3% de los mayores de 15 años). Una parte de esa pérdida (aproximadamente la mitad en la CAV e Iparralde y algo más de un tercio en Navarra) ha sido una pérdida parcial, es decir, se mantiene la capacidad de entender bien el euskera pero no de hablarlo bien.

 

Al mismo tiempo, entre la población mayor de 15 años de Euskal Herria, hay 200.987 personas que han aprendido euskera y son hoy bilingües, 129.285 personas más que en 1991. Son las incorporaciones del euskera, constituidas por la aportación de los euskaldunberris.

Las personas que han adquirido el euskera son 178.000 en la CAV (118.700 más que en 1991), 19.000 en Navarra (12.600 más que en 1991) y 3.900 en Iparralde (1.900 más que en 1991). Las incorporaciones se producen sobre todo entre los jóvenes.

 

 

Uso del euskera

 

El 25,1% de la población de Euskal Herria mayor de 15 años usa el euskera en una u otra medida:

 

a) El 15,3% usa el euskera de manera intensiva, es decir, usa el euskera diariamente en igual o mayor medida que el castellano o el francés.

 

b) El 9,8% usa el euskera, pero en menor medida que el castellano o el francés.

 

En cuanto a los resultados sobre el uso del euskera, hay grandes diferencias de unos territorios a otros. Por ejemplo, quienes hacen un uso intensivo del euskera, es decir, quienes utilizan el euskera tanto o más que el castellano o el francés, son el 18,6% en la CAV, el 10,3% en Iparralde y el 5,6% en Navarra. Quienes usan el euskera, pero en menor medida que el castellano o el francés, son el 11% en la CAV, el 12,3% en Iparralde y el 4,1% en Navarra.

 

Analizando la evolución del uso del euskera en estos últimos quince años, se observa que crece paulatinamente en la CAV, se mantiene en Navarra y decrece en Iparralde

 

Los datos que se van a exponer en adelante corresponden al uso intensivo del euskera, es decir, a aquellas personas que utilizan el euskera tanto o más que el castellano o el francés.

 

El crecimiento en el uso del euskera en la CAV se ha producido principalmente en los ámbitos formales (en las relaciones con los ayuntamientos, servicios de salud, bancos o cajas y comercio). En el hogar, el uso del euskera ha disminuido, exceptuando el uso con los hijos e hijas. Entre los ámbitos formales, el aumento más significativo de los últimos 15 años se ha producido en los servicios de salud, aunque es verdad que los porcentajes de uso están todavía por debajo de los de otros ámbitos de uso.

 

Al igual que ocurre con el resto de las variables analizadas, en el uso del euskera hay grandes diferencias entre los diferentes territorios. Así, al contrario que en Navarra e Iparralde, en la CAV el uso del euskera ha aumentado en su conjunto en todos los ámbitos de uso. Aunque es verdad que dicho aumento ha sido más significativo en los ámbiros formales (ayuntamiento, servicios de salud, bancos y cajas y comercio) que en los ambitos informales (hogar, amisgos o vecinos).

 

En los últimos 15 años el porcentaje de las personas que utilizan el euskera tanto o más que el castellano o el francés ha aumentado entre los menores de 50 años. Pero dicho aumento no se ha producido en la misma medida en el conjunto de Euskal Herria. De hecho, el aumento de uso en los terminos que acabo de explicar sólo se ha dado en la CAV. En Navarra también ha habido un aumento de uso, pero entre los menores de 35 años, y en Iparralde el uso es menor que hace 15 años en todos los grupos de edad.

 

 

Dicho aumento ha sido especialmente significativo entre los jóvenes de la CAV, habiéndose duplicado entre 1991 y 2006 el porcentaje de  jóvenes de 16 a 24  años que utilizan el euskera tanto o más que el castellano.

 

 

Pero hay que tener en cuenta que el aumento del uso del euskera tiene como base y fundamento el aumento del número de bilingües. Los bilingües, es decir, las personas que tienen la competencia suficiente en euskera son cada vez más, por lo que el número de personas que la utilizan ha aumentado. Lo que ocurre es que, como es normal, el conocimiento y el uso no han aumentado en la misma proporción.

 

Para comprender mejor dicho fenómeno, en vez de analizar, como hasta ahora, el uso del euskera con respecto al conjunto de la sociedad, vamos considerar únicamente el uso de euskera con respecto a los bilingües. De esta manera, vemos que aunque el número de bilingües y la presencia del euskera en la sociedad es cada vez mayor, la proporción de bilingües que utilizan el euskara no ha aumentado. Los bilingües de Euskal Herria no utilizan actualmente el euskara más que hace quince años. Por ejemplo, en 2006 los jóvenes bilingües de 16-24 años utilizan el euskara menos que en 1991. De todas manera, el uso del euskera entre los bilingües mayores de 35 años es mayor en la actualidad que hace 15 años.

La razón, entre otras,  por la que el uso de euskera entre los bilingües y, sobre todo, entre los jóvenes bilingües no es mayor es que al poseer como primera lengua el castellano o el francés presentan una menor facilidad para usar el euskera y a que en su mayoría viven en núcleos o entornos mayoritariamente erdaldunes. Aun así, es verdad que la facilidad suficiente en euskera y la red de relaciones euskaldun no garantizan el uso del euskera. Son condiciones sine qua non para poder utilizar el euskera, pero no lo garantizan totalemente.

Actitud en relación con la promoción del uso del euskera

 

Entre la población mayor de 15 años, muestran una actitud favorable a la promoción del euskera el 64,7% en la CAV, el 41,2% en Iparralde y el 37,7% en Navarra.

 

Con una actitud ni favorable ni contraria a la promoción del uso euskera, se manifiesta el 41,1% en Iparralde, el 28,1% en Navarra y el 24% en la CAV.

 

Muestran una actitud contraria a la promoción del euskera el 11,2% en la CAV, el 17,6% en Iparralde y un tercio (34,2%) en Navarra.

 

 

La actitud hacia el euskera está muy ligada a la competencia lingüística. En efecto, se observa que más del 85% de los bilingües en la CAV y Navarra y el 75% en Iparralde son partidarios de promover el uso del euskera. Entre los castellanohablantes o francófonos monolingües, se muestran contrarios a promover el uso del euskera el 24,4% en la CAV, el 46% en Navarra y el 26% en Iparralde.

 

En cuanto a la edad, entre los mayores de 65 años se obtiene en todos los territorios un alto porcentaje de partidarios de promover el uso del euskera. En la CAV y en Navarra también es muy alto entre los jóvenes el porcentaje de quienes se muestran favorables a promover el uso del euskera. En Iparralde, sin embargo, son los jóvenes quienes presentar menores porcentajes favorables a la promoción del euskera.

 

Para finalizar:

 

A la luz de todos estos datos se pueden hacer –y se deben hacer- muchos análisis e interpretaciones. En cualquier caso, nunca en la historia ha habido tanta gente como hoy capacitada –a un nivel u otro- para usar el euskera, para hablar o escribir en euskera. También funcionalmente está el euskera ganando espacios y ámbitos de uso que hasta hace poco le eran completamente desconocidos. El euskera está inmerso en un proceso de revitalización, en un proceso que algunos querrían que fuera más lento y otros que fuera más rápido. Dicho de otra manera: la salud del euskera es mejor de lo que algunos desean reconocer, pero, al mismo tiempo, más débil de lo que otros querrían que fuera. El proceso de recuperación del euskera es un proceso que necesitará años y generaciones; pero es un proceso en el que ni retrocedemos ni estamos parados, sino que avanzamos: avanzamos claramente en la CAV, avanzamos en Navarra, y esperamos que, en Iparralde, los claros que empiezan a aparecer tras los nubarrones vayan extendiéndose en el futuro.

 

Ciertamente, son evidentes las diferentes situaciones que vive el euskera en sus tres territorios. Lo que muestra con claridad el impulso que puede dar a una lengua un adecuado marco jurídico. El euskera, efectivamente, tiene el total amparo legal en la CAV y es en esta comunidad donde está conociendo los mayores avances. Es cierto. Pero también lo es que la evolución del euskera en la CAV nos enseña que ni las mejores leyes ni las más eficaces políticas lingüísticas pueden garantizar la plena extensión del uso del euskera. Cualquiera que no quiera negar lo evidente puede apreciar que los vientos de Vitoria están dando al euskera un impulso mayor y mucho más firme que los de Pamplona y, ni que decir tiene, que los de París-Baiona. Pero, asimismo, es obvio que para reforzar e impulsar el uso del euskera es necesario algo más que una normativa protectora y el impulso póliticos de los dirigentes públicos. Para que ese algo más se produzca de manera efectiva es necesaria la implicación de cada uno de nosotros y de la dinámica social.

 

La clave para el futuro del euskera es la adhesión social. Por ello, es esencial que sepamos advertir y considerar las limitaciones de la propia sociedad. Pues, en efecto, tan importante y necesario como crear y fortalecer nuevas oportunidades de uso para el euskera es que, en el día a día, los ciudadanos y ciudadanas aprovechen y hagan uso de las ya existentes.

 

Este estudio que hoy presentamos nos da motivos para afrontar el futuro con optimismo, pero nos muestra también aspectos que nos demandan actuar con rigurosidad y plantear iniciativas eficaces. Porque, en definitiva, el futuro del euskera está en que sepamos hacer y hagamos todo lo que podamos hacer, al margen tanto de tentaciones maximalistas como de dejaciones igualmente ineficaces.

 

 

Patxi Baztarrika

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Acerca de Patxi Baztarrika

Patxi Baztarrika Galparsoro (Ataun, 1958). Filosofia eta Hezkuntza Zientzietan lizentziatua UPV-Euskal Herriko Unibertsitatean. 2005etik 2009ra eta 2012tik 2016ra, Eusko Jaurlaritzako Hizkuntza Politikarako sailburuordea. NPLDko presidentea 2015-2017ko tartean. Lehenago, eta gaur egun, Andoaingo Udaleko Euskara Zerbitzuaren arduraduna teknikari lanetan. Besteak beste, 'Babeli gorazarre' liburuaren egilea (2010).
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